sábado, 12 de mayo de 2018

Actividades semana del 7 al 11 de mayo



Hola familias,
En primer lugar, muchas gracias por vuestra participación en el fomento del hábito lector propuesto desde el centro. Iniciar el hábito lector desde edades tempranas tiene importantes beneficios para su posterior desarrollo. Diferentes estudios avalan el impacto de la lectura y los entornos, tanto educativos como familiares, con riqueza de recursos literarios en el posterior éxito académico. A mayor vocabulario, mayor capacidad para expresar el pensamiento y comprender el mundo que le rodea.
Otra de las actividades que hemos realizado esta semana ha sido la decoración de unos corazones de corcho que nos proporcionó el Ayuntamiento de San Vicente a los centros educativos del municipio para decorar la campaña de donación de sangre y que estuvieron colocados en la plaza del Ayuntamiento. Los dos grupos (1 y 2 años) completaron con papeles de seda, corazones y gomets la decoración trabajando en grupo.







Con los dibujos que nos traéis en los sobres antes del miércoles, siguen decorando las paredes del centro y exponen sus obras en clase. Nos cuentan cómo, qué y con quién los han realizado. Una oportunidad perfecta para fomentar su diálogo y expresión oral.


Para la actividad plástica de esta semana hemos empleado ceras blandas. En esta ocasión se ha propuesto una dinámica para convertir en el dibujo como una creación ya no solo propia, sino como una actividad compartida. Se realizaron dos grupos de 8 y se les dio la cera del color que preferían.

Una vez puestos los papeles en la mesa, fueron pintando por intervalos (marcados por música de fondo). Cuando la música paraba, iban al dibujo de su izquierda y continuaban pintando. En esta tarea también se trabaja el tiempo de espera para que sigan trabajando la regulación de su actividad motora, que comprendan que hay unas reglas a cumplir y se pinta cuando suena la música.

El resultado es un dibujo en el que han contribuido todo/as. Este tipo de dibujo tiene el valor de la exclusividad de la realización de estas tareas en un centro, es decir, una manera de cooperar, compartir y socializar entre el grupo. En definitiva, un resumen del aprendizaje constructivista: somos lo que somos en relación con nuestro entorno.















La unidad didáctica se está finalizando y eso nos dará tiempo para profundizar en diferentes conceptos clave sobre la temática y realizar posteriormente un esquema mental de todas las ideas clave. Una vez finalizada, nos dedicaremos a profundizar en sus intereses y en comenzar a trabajar conceptos de sentido geométrico con la longuitud y el conteo de manera manipulativa. 








De los álbumes que han traído esta semana tenemos una selección de una temática que ha todos les ha encantado como son “Dani i els Dinosaures”, “Hay un tigre en el Jardín” de Lizzy Stewart, “Los tres Cerditos” de David Weisner, “Qui que qui” de Olivier Tallec  o “El viejo sillón de Papá Pig” entre otros  de los que no disponía de imagen para colgar de Google (como animales de la granja o libros de identificación de los números o de las vocales).

Estos días el alumnado aporta libros de la Biblioteca o los traen de casa, son libres de hacerlo (y nos encanta contarlos) todos los días que quieran. La propuesta a las familias sirve para involucrar durante un mes a todo el alumnado por igual, pero álbumes ilustrados siempre son bien recibidos.

También hemos tenido cuentos como Pinocho o Blancanieves. Son cuentos que forman parte del imaginario popular de nuestra infancia, aunque desde el centro siempre proponemos otra narración de los mismos. Son muchos años trabajando con estos cuentos y con alteraciones de la historia desde que comencé mi tarea educativa hace más de diez años. Los valores coeducativos no se ven reflejados en estas historias, pero me parece un material pertinente debido a que el alumnado siente una gran atracción hacia estos personajes.


La historia de Blancanieves nada tiene que ver con la original, la imagen de la niña pasa a ser modificada por una historia donde no se victimiza a la protagonista y se ofrece una visión menos caduca de la historia. Blancanieves no espera un príncipe, sino al doctor por una indigestión de una manzana que ha olvidado lavar bien. La manzana se la compró a una abuelita que no veía bien y vendía manzanas para comprarse unas gafas. No hay espejito mágico, los enanitos se encargan de limpiar la casa y preparar la cena porque tienen una invitada en su casa. Es decir, con cambios sencillos con las mismas ilustraciones se consigue una narración que evita el sesgo sexista y los prejuicios de género. Os animamos a que reinventéis los cuentos tradicionales con vuestros hijos e hijas. El ingenio también es motor de cambio.
Feliz fin de semana.

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